De minero, chef o Jesucristo, Carmelo disfruta transmitiendo alegría y optimismo en todas las carreras en las que participa
Auténtico y divertido, cómico algunas veces, y otras, un tanto irreverente. Carmelo de la Fuente Páramo no pasa desapercibido allá por donde va. Es feliz corriendo y, siempre que puede, lo hace disfrazado. Este veterano atleta burgalés ha corrido de todas las formas imaginables. Desnudo, vestido de minero, de buzo o de etiqueta, con esmoquin, camisa, pajarita y zapatos. En otras ocasiones, ha hecho de chef, con gorro, delantal y sartén en mano. Pero el disfraz que más veces ha repetido es el de Jesucristo, aprovechando que cada Semana Santa representa al personaje bíblico en la localidad burgalesa de La Molina.

En 2013 viajó a Australia para participar en la maratón de Canberra, en la que corrió descalzo y con corona de espinas. Una penitencia de 42 kilómetros que completó en 4 horas y 29 minutos, y que le dejó heridas en los pies debido a lo abrasivo del asfalto.
Pero Carmelo no es sólo un corredor desenfadado que pone la nota de color en las carreras. Debajo de esos disfraces hay todo un atleta que puede presumir de buenas marcas y de tener un brillante palmarés, con más de 1.100 carreras en sus piernas, saldadas con más de 300 victorias. Entre ellas destacan sus 12 participaciones en campeonatos de España de atletismo de veteranos, resultando campeón en 6 ocasiones, en las distancias de 1.500, 5.000, 10.000 metros y media maratón.
Una de sus últimas apariciones fue en la pasada edición del Cross de Atapuerca, donde volvió a dar rienda suelta a su imaginación, corriendo los 5.000 metros de la prueba popular disfrazado de ‘homo antecessor’, la especie homínida más antigua de Europa. Descalzo y con un traje hecho con hojas de árboles, el rey del disfraz acabó en el puesto 57º, de 523 llegados a meta, con un tiempo de 18:08. Cabe recordar que la victoria en la prueba burgalesa se la llevó Juan Carlos Higuero, con un registro de 15 minutos y 44 segundos.

Sin duda, Carmelo de la Fuente es un personaje que no deja indiferente a nadie. Antes de que le llamen loco, ya lo hace él y asegura que seguirá transmitiendo alegría y optimismo a todos los que corren a su lado, por que eso le hace feliz.